
El 30 de enero pero hace exactamente 100 años, el sueño de Jujiro Matsuda se cumplía; crear una compañía que pudiera ayudar a la gente del pueblo que lo vio nacer.
Aunque la idea inicial era crear una fuente de trabajo dentro de su pequeño pueblo, el tiempo y la historia marcarían un giro que pocos creerían posible.
En 1931 Toyo Kogyo dejó atrás la fabricación de máquinas, corchos y herramienta para comenzar su camino dentro de la movilidad con la introducción de Mazda-Go, una pequeña motoneta automática con un motor de 482 cc y una especie de batea que, sin saberlo, serviría años después como uno de los principales vehículos para transportar víveres, herramienta y comida al pueblo de Hiroshima después de la bomba atómica de 1942.
Este mismo modelo ayudó a la compañía en la década de los cincuenta a establecerse como una de las compañías, dentro de los vehículos comerciales, más importantes de Japón.
Un motor parecido ayudaría a la compañía a lanzar su primer auto de cuatro ruedas y a sortear la fuerte crisis económica que enfrentaba en ese momento; en los años 60’s lanza el coupé R360 con un motor de 365cc que entregaba apenas 16hp.

A mediados de la década sesentera, llegaría el Mazda Cosmo Sport 110S, el primer auto con motor Wankel, aquel motor rotatorio que le salvaría la vida a la compañía y también la consolidaría como una de las pocas en lograr lo imposible: conseguir que un motor rotatorio funcionara y años más tarde convertirse en la primera marca japonesa en ganar las 24hrs de Le Mans.

Despúes de consolidarse como una marca sólida y competitiva y con un espíritu mucho más deportivo llegaría el RX-7 en 1978, el cual marcó el inicio de una serie de vehículos aún más emocionantes que desembocarían una corriente de hitos como crear la marca MazdaSpeed y casi diez años después crear el que hoy es considerado el “deportivo biplaza más vendido del mundo”, Mazda MX-5.

Estos son solo los cimientos de lo que hoy es una marca que, si bien ha crecido y evolucionado junto con sus clientes, también ha sabido mantener la emoción y el ideal que la vio nacer. Crear vehículos que se conviertan en el vínculo emocional con nuestros clientes para alcanzar su mejor potencial que es la verdadera misión de Mazda.

Hoy, Mazda tiene claro que enriquecer la vida de la gente, la sociedad y el planeta es clave para seguir creciendo y adaptándose a los que estos tres hoy día exigen.
El plan Zoom Zoom Sustentable 2030 tiene como objetivo reducir las emisiones medias de dióxido de carbono al 50 por ciento de los niveles de 2010 para 2030, logrando una reducción del 90 por ciento para 2050.
El plan tiene como base procesos eficientes y limpios que comienzan desde el estampado del auto hasta el fin de su vida útil. Este es un ejemplo de cómo Mazda percibe y entiende al planeta, pero sobre todo a los usuarios y el mundo en el que se desenvuelven.
